A lo largo de este artículo analizaremos dos conceptos que como iremos viendo están íntimamente relacionados, son la osteopatía y la postura.
La osteopatía trabaja manualmente sobre todos los tejidos y especialmente sobre el tejido conjuntivo, como veremos más adelante esto tiene un impacto a nivel neurológico y por tanto postural.
El acompañamiento osteopático potencia y libera los mecanismos de gestión postural de la persona.
Por citar algunos ejemplos en los puede llegar a establecerse un verdadero problema postural:
- Disfunciones en un pie o tobillo pero en general en todo el miembro inferior. Por ejemplo, secuelas de un esguince de ligamento lateral externo de tobillo o fracturas de huesos del pie o tobillo. Prótesis de rodilla o cadera.
- Síndrome de latigazo cervical que acaba afectando a toda la columna vertebral y principalmente a la zona occipital, C1, C2, musculatura suboccipital y sacro coxis. Los casos más frecuente son los accidente de tráfico y caídas fuertes.
- Un problema de mala oclusión y/o disfunción de la articulación temporomandibular (ATM). Es más frecuente de lo que parece y puede llegar a verse alterada la gestión óptima de la postura de forma notable.
- Desequilibrios en la musculatura oculomotriz.
- Alteraciones del sistema vestibular.
En función del caso particular, puede ser necesario el trabajo coordinado multidisciplinar entre osteópata, odontólogo, podólogo, optometrista, neurólogo, etc.
Antes de adentrarnos en el concepto de postura vamos a desarrollar otro concepto muy importante y también en estrecha relación tanto con la postura como con la osteopatía:
Movimiento & Postura
El movimiento se compone de dos partes, una parte visible y una parte no visible. La parte visible es la actividad motriz voluntaria de la postura y la parte no visible es la postura. Podemos descomponer la postura por tanto en una parte estática y otra dinámica, ambas partes reguladas por diferentes estructuras del sistema nervioso central (SNC).
La postura estática es de control mesencefálico (involuntaria).
La postura dinámica de control subcortical (involuntaria).
La parte puramente motriz es de control cortical (voluntaria).
Existe un orden fisiológico, la postura estática precede y organiza la postura dinámica.
Cuando hablamos de postura estática, no debemos pensar en una postura totalmente inmóvil. El ser humano oscila permanentemente según ritmos particulares y complejos de sus propios arcos reflejos. En bipedestación estática existe una sutil y fisiológica oscilación asimétrica sobre la pierna postural o pilar.
La postura
Por tanto definimos la postura como la posición en la que el cuerpo se sitúa en el espacio y se prepara para el movimiento. Esta definición nos lleva a tener en cuenta una constante con la que convivimos desde el primer aliento, la fuerza de la gravedad.
ATPO
La actividad antigravitatoria nos lleva al concepto de actividad tónica postural ortoestática, que es la preparación postural necesaria para la actividad fásica (el movimiento):
La actividad tónica se refiere al estado de tensión muscular involuntario. Existe un tono muscular de base que es el implicado en la postura estática. Por otra parte existe un tono de acción implicado en el movimiento.
La ortoestática se refiere al mantenimiento antigravedad sobre nuestro propio polígono de sustentación. Es involuntaria y necesaria para poder generar movimiento.
Captores posturales
La gestión de la postura obedece a mecanismos complejos de captación y gestión de información. Para regular la postura hacen falta por tanto captores posturales que a su vez se dividen en infraespinales y supraespinales.
Entre los infraespinales tenemos principalmente los mecanorreceptores cutáneos, muy importantes los de la planta del pie, que captan diferentes informaciones como variaciones de presión. Receptores ligamentosos y capsulares cuya misión es captar información sobre presión y movimiento articular así como captar la velocidad de cambio del ángulo articular.
Aun faltan los grandes informadores del sistema propioceptivo, el huso neuromuscular (HNM), receptor encapsulado en tejido conjuntivo repartido por la musculatura de todo el cuerpo exactamente en el perimisio. Gracias a sus fibras tónicas es un gran informador propioceptivo, su misión es informar de estiramiento o ausencia del mismo desde una ubicación tan privilegiada como es el perimisio. El otro gran informador propioceptivo es el órgano tendinoso de Golgi (OTG), otro receptor muy relacionado con el tejido conjuntivo ya que se encuentra en la unión miotendinosa de la musculatura de todo el cuerpo. Es otro informador de estiramiento o ausencia del mismo pero desde una ubicación diferente al HNM y con unas características diferentes.
Los captores supraespinales los clasificamos principalmente en:
- Captores del aparato laberíntico: se encargan de informar de la posición de la cabeza con respecto al resto del cuerpo y de la misma en el espacio. Captan información angular, lineal y gravitatoria. Son el aparato vestibular y los conductos semicirculares cuya información viaja a través del VIII par craneal hasta llegar al tronco cerebral, exactamente a los núcleos vestibulares a nivel bulboprotuberencial.
- Captores del aparato oculomotor periférico: son los músculos oculomotores inervados por los pares craneales III, IV y VI estos son nervios motores. La aferencia ocular viaja al tronco cerebral a través de la rama oftálmica del V par. La actividad tónica ocular es necesaria para la visión conjugada, para el paralelismo bipupilar y así evitar la diplopía. Son las fibras tónicas de estos músculos los que garantizan este mecanismo.
- Captores del sistema muscular profundo suboccipital: musculatura profunda que relaciona en cráneo a través del occipital con C1 y C2. Estos músculos está inervados por la rama de C1 cuyo núcleo se localiza a nivel bulbar inferior. Informan propioceptivamente y regulan la posición de la cabeza.
Como podemos observar todos los núcleos supraespinales se encuentran en el tronco y están íntimamente conectados formando una red a través del fascículo longitudinal medial posterior. Por eso es tan complicado definir la función aislada de cada captor.
Toda esta información que fluye por la red supraespinal se integra con la información proveniente de los captores infraespinales en el SNC para permitir la postura global.
El tejido conjuntivo
Teniendo en cuenta que el tejido conjuntivo forma una red global que mantiene a todos los tejidos conectados y que además los grandes informadores propioceptivos están ligados al tejido conjuntivo, es fácil entender el gran papel que el tejido conjuntivo juega en la postura.
Por tejido conjuntivo entendemos una red de conexión compuesta por el sistema fascial superficial, medio y profundo, tendones, ligamentos, cápsulas, serosas, adventicias, epiplones, mesos, membranas de tensión recíproca y sistema meníngeo, tejido conjuntivo del sistema nervioso periférico, etc. Es una red viva tridimensional que va de lo macroscópico a lo microscópico. No existe ningún tejido en el cuerpo que no guarde relación con el tejido conjuntivo.
Ahora es posible entender como actúa la osteopatía sobre la postura, pues es una terapia que libera los tejidos que presentan dificultades de comunicación dentro de esta red tridimensional.